Desnudemos al miedo en Uruapan

Desnudemos al miedo

Es un libro de escritura ligera, con el mínimo de teorías explicadas, sin tecnicismos y con manzanitas, acompañadas de historias reales, algunas personales y otras de pacientes, con el lenguaje usual con que se platica con un amigo. Pero, mejor descubre que tan real es el miedo.

José Pérez Michel
Terapeuta Gestáltico

Egresado del Centro de Crecimiento Continúo Renovación Espiritual y Mental (C.C.C.R.E.M.)
Ha impartido más de 300 cursos sobre desarrollo humano e integración familiar.
Más de 40 cursos de Matrimonios.
Más de 150 Talleres sobre integración de equipos de trabajo
Actualmente es Director de Territorio con más de 10 oficinas abiertas tan solo en tres Estados del país, Jalisco, Michoacán y Campeche de la empresa Internacional Royal Prestigie donde ha crecido de manera acelerada en los últimos 4 años.

Nota del autor:
Imaginemos a una persona que públicamente le quitarán la ropa, su primer instinto será cubrirse y retirarse inmediatamente, por tanto, “desnudemos al miedo”, es quitarle todas sus ropas, te sorprenderá cuantos disfraces tiene, los suficientes como para que cualquier persona pueda decir: “yo no le temo a nada”, sin embargo la verdadera valentía no esta en reprimirlo, si no en aceptarlo, conocerlo y poco a poco cuando desnudes tus temores, tendrán una reacción similar, perderán fuerza y simplemente se marcharán.
Las ropas son tan comunes que resulta imposible negar que las tenemos. En esta parte hasta el más escéptico acepta sus miedos por tabú social o por creer que es síntoma de debilidad, podrá ver con claridad hasta la más diminuta prenda que lo pueda estar cubriendo. A continuación un listado de las ropas que lo pueden vestir.
La prisa:
Es la prenda que cubre el temorcillo de no alcanzar a realizar las actividades. Solía decir Luis Fernández, un hombre con tanta sabiduría en su cabeza, como canas en su cabello:
-“Nuestro destino final es la muerte, y vives de prisa, es como si tuvieras prisa por morir”, de manera que los minutos que ganas con tu acelere, los vas recortando de tu vida, o sea que los vas descontando de atrás para adelante.
Agruras y acidez:
Son producto del temorcillo de no ser aceptado. En el ambiente de las ventas y los negocios, se da mucho estas sensaciones, si te pasa ocasionalmente, auto-obsérvate y con seguridad te darás cuenta que gran parte de tu memoria activa esta siendo usada para atender algún asunto donde sabes que se aproxima una falta de aceptación.
Estreñimiento
Es el resultado de la aprensividad, que es ocasionado por el instinto de tener el control de las cosas, que a su vez es resultado de la incertidumbre de que las cosas salgan mal, nos hace vivir con las vísceras comprimidas, en general impidiendo su adecuado funcionamiento.
Pesadez y fatiga:
Se da por el desgaste de energía, al mantener la mente trabajando, en situaciones obsoletas, fantasías del pasado, repasando una y otra vez ¿Que hice mal? hubiera dicho, hubiera hecho, ¡pero cuando la vea nuevamente si le vos a decir!...y lo peor es que después de tanto desgaste, finalmente cuando ves a la persona, no le dices lo que tanto ensayaste en tu mente.
Cruda moral:
Temor a ser desaprobados por algún error cometido en el pasado. Resulta más fácil identificar después de una borrachera, sin embargo también se da cuando haces una broma y sin querer ofendes a alguien.
Angustia:
Las personas que presienten y quieren evitar una tragedia o dolor, revolucionan su mente con todas las cosas catastróficas que pueden pasar, sienten como si el intestino grueso quisiera comerse al delgado, así como una profunda necesidad de jalar aire a los pulmones.
En otros casos hay personas que viven con angustia permanente y lo peor, sin saber ¿Por qué? Ni a donde viene, miran a su alrededor y encuentran que todo esta bien, ¡cero problemas! En el trabajo, familia, sociedad, y vida en general. Entonces… si estoy bien, ¿por que me siento mal? Esta situación suele ser común en personas que vivieron con padres muy angustiados y preocupados, que durante la niñez absorbieron la incertidumbre y el temor de sus progenitores, aprendiendo que “así es la vida”. Aun cuando no entendían el ¿Por qué? Veían a sus padres con paranoia, de esta forma los hijos se adjudicaron y cargaron con el “amigo” que no conocían y lo peor, que ni siquiera era suyo.
“Solo hay dos pinturas para colorear al mundo, una es el amor y la otra el miedo.” Antony de Mello.

“Personalmente me siento muy orgulloso de ser amigo de Pepe como cariñosamente le decimos todos sus amigos, pero mi orgullo se acrecenta cuando me pide que sea su relacionista ya que a decir de el, desea seguir impartiendo cursos, seminarios, talleres y conferencias por que “es un verdadero placer impartirlos”. Yo accedo de buena gana ya que inmerso en ese mundo de la pro-formación, desarrollo humano y superación personal de las personas es, como dice Pepe “un Verdadero placer servirlas”.

José Manuel Equihua Estrella
Consultor de empresa y Conferencista